domingo, 25 de noviembre de 2012

Testimo Santidad: CRISTO ES MI ENAMORADO – Mensaje de Benedicto XVI sobre beata María Troncatti


VATICANO, 25 Nov. 12 / 11:05 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Benedicto XVI expresó su gratitud a Dios por el “testimonio generoso” de la María Troncatti, beatificada ayer en la localidad de Macas (Ecuador).

En sus palabras pronunciadas luego del rezo del Ángelus, el Santo Padre recordó que Troncatti fue “hermana de las Hijas de María Auxiliadora, nacida en Val Camonica, enfermera durante la Primera Guerra Mundial”.

“Luego partió hacia Ecuador, donde se dedicó enteramente al servicio de los pueblos de la selva, la evangelización y la promoción humana”.
“¡Demos gracias a Dios por su testimonio generoso!”, concluyó.


Troncatti llegó al país en 1922 y tres años después se trasladó a Morona Santiago, donde realizó trabajos en salud y educación con indígenas y otras comunidades nativas de la región. La beata murió el 25 de agosto de 1969 en un accidente de avioneta en la localidad ecuatoriana de Sucúa 1


A continuación les presentamos la letra de una hermosa canción de Jesed (comunidad católica de Monterrey) titulada “Cristo es Mi Prometido”.





Cristo Es Mi Prometido

Cristo es mi prometido, Él es toda mi vida
enamora mis ojos para contemperar su faz,
él recubrió de estrellas, mi manto de doncellas
él fulgura en mi dedo, su anillo nupcial.

Yo soy la prometida del Señor de los cielos,
aquel a quien los ángeles por siempre servirán
una virgen por madre, que se ungió aquí en la tierra,
su padre es el Dios vivo, que no tiene final.

Cuando toca mis labios, su cuerpo Eucaristía,
mi corazón transforma de pureza y castidad,
y el beso de su boca que de amor me consume,
me da el dulce tesoro de la virginidad.

Cristo es mi enamorado, es mi amante mi amado,
Mi frente él ha marcado con su sello de amor
y yo estoy consagrada, a mi Cristo Adorado
 que ningún otro amante, se me acerque jamás,
de su sangre preciosa me siento empurpurada.

Me siento ya en mi alma su amor de eternidad
a nada tengo miedo, pues su paz me ha inundado
y el fuego de su amor nunca se apagará.

Mi amado es para mí, y yo soy para mi Amado,
Mi amado es para mí, y yo soy para mi Amado,

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