Amados hermanos, cuando escuche la historia de la hermana Glenda se me hizo un nudo en la garganta!
Ella cuenta qué fue lo que paso desde su niñez, indica todas las dudas que tuvo pero que poco a poco con la ayuda de Dios fue despejando.
Al igual que ella, nosotros tenemos que aprender que a pesar de las circunstancias siempre nuestro Amado Padre nos llama! su voz es tan dulce y tan fuerte a la vez que nos pide renunciar a nosotros mismos y a dejar nuestro confort, pero, ¿cuánto estamos dispuestos a hacer la voluntad del amado, tomando en cuenta que nos va a pedir que renunciemos a cosas que no están bien en nuestra vida? lamentablemente siempre decidimos callar y negar a Dios, pero hay algo fuerte que nuestro Jesús nos hace caer en cuenta y hace que nos rindamos delante de su presencia: su amor puro, infinito y misericordioso el cual jamás podremos igualar.
Entonces, ¿Que nos pide Dios en nuestras vidas? simplemente encontrarnos con su presencia. Consagrarnos a su amor laicos, sacerdotes, religiosas, todos, simplemente vivir consagrados al corazón de nuestro Amado, lo demás vendra por añadidura.
Aqui les presentamos el testimonio de la Hna. Glenda:
Ella cuenta qué fue lo que paso desde su niñez, indica todas las dudas que tuvo pero que poco a poco con la ayuda de Dios fue despejando.
Al igual que ella, nosotros tenemos que aprender que a pesar de las circunstancias siempre nuestro Amado Padre nos llama! su voz es tan dulce y tan fuerte a la vez que nos pide renunciar a nosotros mismos y a dejar nuestro confort, pero, ¿cuánto estamos dispuestos a hacer la voluntad del amado, tomando en cuenta que nos va a pedir que renunciemos a cosas que no están bien en nuestra vida? lamentablemente siempre decidimos callar y negar a Dios, pero hay algo fuerte que nuestro Jesús nos hace caer en cuenta y hace que nos rindamos delante de su presencia: su amor puro, infinito y misericordioso el cual jamás podremos igualar.
Entonces, ¿Que nos pide Dios en nuestras vidas? simplemente encontrarnos con su presencia. Consagrarnos a su amor laicos, sacerdotes, religiosas, todos, simplemente vivir consagrados al corazón de nuestro Amado, lo demás vendra por añadidura.
Aqui les presentamos el testimonio de la Hna. Glenda:
Por: Margoth Quintana
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